Cómo elegir el andador
Ver cómo tu bebé se pone de pie y después cómo empieza a dar sus primeros pasos de manera segura requiere muchas veces la asistencia temporal de un andador de bebés hasta que gana seguridad para caminar.
Cuando tu bebé intenta ponerse de pie y caminar, un buen andador puede ayudar a tu bebé en esta etapa tan clave en su desarrollo así como a infundirle confianza para que dé los primeros pasos solo, pero también libres de cualquier riesgo, mientras se dedica a explorar.
Para ellos, hay que asegurarse de que el andador de bebés tenga:
– Una base amplia que evita que tu bebé se aventure a ir a algún sitio indebido.
– Un reductor de velocidad para evitar que vaya demasiado rápido.
– Las actividades que mantendrán a tu bebé entretenido cuando se pare para descansar. El andador puede tener juguetes, objetos musicales, formas y texturas que pueda tocar y jugar con ellas.
– Una estructura que se pueda ajustar y regular a la altura a medida que el bebé va creciendo.
– Funciones que le permitan aprender a caminar por sí solo.
– Un asiento cómodo, confortable y acolchado.
Es posible que tu bebé necesite un poco de tiempo para habituarse a su andador. Para ayudarlo, instalalo despacio en el andador y asegurate de que esté cómodo. Asimismo, asegúrate deque el andador esté a la altura adecuada, lo bastante bajo como para que tu bebé pueda moverlo por el suelo usando toda la planta de los pies, y no solo las puntas de los dedos.
También asegúrate de organizar la habitación para que tu bebé pueda explorar. De ese modo, tu bebé se moverá con libertad, agarrándose a los muebles cuando necesite apoyo.