Primeros cuidados del bebé
Apenas nace un bebé, se llevan a cabo las pruebas necesarias para saber si está afectado por diversas enfermedades, cuyo diagnóstico precoz es imprescindible para su futura salud y desarrollo.
Algunas de ellas tienen que ver con el metabolismo y la sangre, y su detección está a cargo del personal profesional.
Otros cuidados deberán ser asumidos por los padres, y esto suele causar mucha ansiedad. Sobre todo en el caso de padres primerizos, que no han tenido experiencia en el cuidado de un bebé pequeño, esta ansiedad debe ser combatida con información y educación. Las frecuentes consultas con el pediatra y el compartir las responsabilidades suele aliviar la tensión y previene, a la vez, muchas complicaciones posibles.
Una de las primeras y mayores preocupaciones de los padres tiene que ver con el peso del niño. Ellos deberán saber que se considera normal una pérdida de entre el 5 y el 7% del peso al nacimiento durante los primeros días de vida, y ocurre en la mayoría de los recién nacidos. La causa es la evacuación del meconio, una sustancia verde y pegajosa que contiene lanugo y células epiteliales escamosas procedentes del líquido amniótico deglutido y de las secreciones intestinales.
Otras de las causas son las pérdidas urinarias, las pérdidas insensibles de agua y la desecación del cordón umbilical. Luego, el peso del niño se estabilizará y comenzará a crecer, de acuerdo a lo que se espera, y que el pediatra constatará como normal o no.
Él nos orientará además en la alimentación del recién nacido, sabiendo que en general es la lactancia materna exclusiva la mejor manera de alimentarlo hasta cerca de los seis meses de edad. En los casos en que el amamantamiento se dificulte, el profesional definirá el régimen de alimentación supletoria que podrá ser suministrado con gotero o relactador, nunca biberón.
¿Qué pasa con el cordón umbilical?
La pinza de plástico del cordón debe retirarse a las 24 horas. Esto evitará una tensión indeseable en el muñón que comienza a secarse. Para acelerar este proceso y reducir la posibilidad de una infección, hay que aplicar diariamente alcohol al 70% en su extremo. El cordón debe observarse diariamente para comprobar la ausencia de enrojecimientos, hinchazones o secreciones, ya que por esa herida pueden producirse infecciones.
La piel del bebé es mucho más sensible y propensa a sufrir complicaciones que la del adulto.
La falta de la capa de células muertas destinadas a la descamación, propia de la piel madura, hace que sea mucho más propenso a la deshidratación y a los enfriamientos. El eritema tóxico es la lesión más frecuente de la piel neonatal, y suele aparecer entre la primera y la segunda semana de vida. Afecta generalmente las zonas en las que las ropas rozan los brazos, las piernas y la espalda y, más rara vez, en la cara. Se manifiesta en forma de ronchas. Puede responder al uso de lociones, polvos, jabones perfumados y pañales, y generalmente podemos descubrir la existencia de antecedentes familiares de alergia.
La primera vez que el bebé hace pis y defeca es también una preocupación común en los padres. La primera orina es concentrada y muchas veces contiene uratos que tiñen de color rosa el pañal. Si no hubiera micción durante las primeras 24 horas de vida será necesaria una exploración detallada. El retraso de la emisión de orina es más frecuente en los varones.
Con respecto a la defecación, todo recién nacido debe haber expulsado meconio a las 24 horas de vida. El retraso suele ser consecuencia de un tapón de meconio espeso. Ante esta situación no debemos dudar en consultar al médico ayuda mucho ponerlo en la teta muchas veces poco tiempo.
La visita al pediatra es muy importante, aunque el niño se vea sano. Es necesario prevenir enfermedades mediante las vacunaciones habituales. El profesional brindará asesoramiento sobre nutrición, prevención de accidentes y medidas de higiene. Podrá hacer exploraciones y procedimientos de detección sistemática para diagnosticar y tratar las enfermedades en un estadio precoz, y orientar a los padres acerca de la educación del niño para lograr un desarrollo emocional e intelectual óptimo.
Fuente: Latin Salud.com